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Día de Muertos: Celebra la Vida


Hace unos días celebramos las festividades del Día de Muertos. Tradicionalmente son los días 1 y 2 de noviembre, pero los festejos comienzan días antes y terminan días después, depende de la región en que se celebren, así como el tipo de muerte que haya tenido la persona fallecida. Incluso hay un día específico para las mascotas que ya murieron.

Aunado a esto, y por la cercanía de fechas, se ha ido incorporando la fiesta de Halloween, que aunque va dirigida más hacia los niños, muchos adultos les encanta festejar.

El caso es que, durante poco más de una semana, el mundo de los vivos y el de los muertos se juntan en una celebración de luz, música, colores, olores y tradiciones, en un ambiente festivo que nos hace olvidar, aunque sea por unos días, la solemnidad que tiene la muerte, en general.


Recordamos a nuestros muertos, les ponemos un altar con comida y bebidas que les gustaban, aunque en algunos casos, paradójicamente, esa comida o bebida haya sido su causa de muerte. También incluye toda una serie de elementos que no están sólo porque sí, sino que tienen un significado.

Este año, 2020, ha sido un año difícil y sensible respecto a estas fechas. La pandemia acabó con la vida de muchas personas, y no dudo que el número de fotos en los altares haya subido significativamente. Quizás el ambiente no sea tan festivo, como otros años, y el recuerdo de esa persona, que en pocos días pasó de estar bien a fallecer, nos remueva fibras internas.

De cualquier forma, honra a tus muertos, tanto a los del pasado, como a los que se sumaron este año. Que estos días sigan siendo festivos, que sigamos sintiéndonos cobijados por el amor de la familia, y que nos quiten un poco el temor a morir, al saber que siempre habrá alguien que nos recuerde y cada año tendremos la oportunidad de reunirnos otra vez a compartir la mesa. Se dice que la comida mexicana es tan deliciosa que hasta los muertos vienen una vez al año a comer.

Cada día escuchaba una voz que me decía “vive, vive, vive”. Era la muerte.

Cuando pones tu altar de muertos haces las paces con tu historia familiar, ya que incluso se suelen incluir a los familiares con los que no había muy buena relación. ¿Cómo honras a tus muertos?

Y la pregunta más importante, qué estás haciendo tú, al día de hoy, para dejar un buen recuerdo en tus seres queridos. Aprovecha que aún estás con vida para abrazarlos, decirles y mostrarles cuánto los amas, cuánto te importan. Pon en una balanza tu trabajo y a tu familia, y valora lo que es más importante: las relaciones con tus seres queridos.

El trabajo es importante, no lo dudo, después de todo, de él vivimos, pero tampoco se trata de que te mates trabajando. Equilibra tu vida profesional con tu vida privada, no vaya a ser que, en tu obsesión de sólo hacer dinero, te conviertas en el muerto más rico del panteón. Recuerda que, cuando mueras, en el trabajo serás rápidamente reemplazado, y de seguro no pondrán tu foto en un altar de muertos.

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