Vamos a dedicar unas cuantas entradas a hablar de la esperanza. Pero no se trata de una esperanza infantil, basada en deseos que pide uno cuando sopla la vela del pastel. Vamos a hablar de la esperanza que en verdad nos da fuerza y nos motiva. Esa esperanza que nos da la certeza de ser potencialidad pura.
Abraham Lincoln, en un discurso sobre la esclavitud a la cual se oponía, dijo que el poder de la esperanza sobre el esfuerzo y la felicidad humana es maravilloso.
Muchos podemos experimentar una gran confusión al respecto, por ejemplo, de lo que está ocurriendo ahora mismo en el mundo y la forma en que eso impacta en nuestras vidas. Esta incertidumbre no sólo tiene que ver con los eventos externos, sino que también aparece en el día a día, en nuestras relaciones, trabajo, carrera, situación económica y en diversas áreas.
A través de ir a tu centro, con la meditación, respirando, guardando silencio por unos minutos, dirigiendo la atención a tu mundo interno, verás que poco a poco vas a encontrar ese sentido de esperanza al que me refiero y que está dentro de ti. Esto te dará la fuerza, la claridad y el rumbo para navegar en estos tiempos tan turbulentos.
Te darás cuenta de que la incertidumbre no es tu enemiga. Podemos aprender a dar la bienvenida a la incertidumbre desde un lugar de seguridad interior y destapar su potencial creativo. También vas a descubrir que la esperanza se activa a través de la consciencia. Recuerda que la consciencia es lo que sana.
La esperanza no es sólo un lugar muy poderoso de seguridad y una guía para la vida, también es parte de nuestra naturaleza, de nuestro ser esencial.
Aquieta la mente, observa tus pensamientos ir y venir, sonríe ante los vaivenes de La Loca de la Casa y ve aprendiendo a encontrar y a activar este sentido de serenidad y de esperanza en tu corazón. Vas a poder experimentar el enorme poder y la libertad que da vivir tu vida desde un lugar de paz imperturbable.