Dice la presentadora estadounidense Oprah Winfrey que la tercera ley del movimiento es algo que rige su vida: a cualquier acción siempre hay una reacción idéntica. En otras palabras: Como es arriba, es abajo… como es adentro es afuera…
Y por eso se dice que cada uno de nosotros creamos todo lo que ocurre en nuestra vida. Al margen de los eventos externos, nosotros somos parte de la lectura que le damos a esos eventos.
Un maestro, Alfonso Ruiz Soto, dice: “Si comprendes, las cosas son como son. Si no comprendes, las cosas son como son.” ¿Cuál es la diferencia, entonces? Nuestra comprensión… nuestra conciencia.
Tengamos la certeza de que nada ocurre al azar sin orden ni concierto. Y también recordemos que cada uno de nosotros creamos nuestra vida, nuestra realidad, con cada intención, con cada pensamiento, cada acción, cada palabra…
Estamos participando en la creación de nuestra vida junto con toda la energía del universo. Y mientras más conscientes estemos de ello, más lo experimentaremos de una manera evidente, y veremos cómo la energía del universo se alinea con nuestra creatividad y nuestra capacidad de visualizar una vida plena y armoniosa.
Estamos siendo partícipes del tipo de relaciones que tenemos, del ambiente que nos rodea, de nuestra carrera, de nuestra vida en pareja y en familia…
Seamos conscientes de que somos partícipes de la creación de nuestra propia vida y expandamos nuestros horizontes… y dejaremos de sentirnos atrapados o desesperanzados.
Respondamos a este llamado que nos hace la vida… y respondamos desde un lugar de quietud, de paz, de amor y ampliaremos nuestro Ser a lugares que acaso hoy ni siquiera sospechemos. Tengamos la certeza de que somos parte del Todo. Como bien decía Teillhard de Chardin: somos polvo de estrellas. Una energía que nos llena de vida y de pasión si es que estamos dispuestos a ello, si nos abrimos a la posibilidad de no ser víctimas pasivas sino agentes activos de nuestra existencia.
¿Qué harías si acreditaras toda esa luz que tienes? ¿Cómo imaginas que sería tu vida?