¿Has sentido el deseo de hacer un cambio en el mundo, de iluminar tu vida y la de otros, pero sientes que no tienes la capacidad de hacerlo?
No sé si a ti te ha pasado, a mí me ocurría antes con mucha frecuencia, esto de levantarme por la mañana, a veces incluso antes de que fuera la hora “oficial” de despertar, sintiéndome incómoda conmigo, tanto en el cuerpo como en la mente y en el alma. Con sensaciones corporales no agradables, con pensamientos nada gratos, con sentimientos que no hubiera yo querido tener... y con una sensación de “así está la cosa y no hay nada que hacer” aunque en el fondo con un anhelo porque fuera diferente.
El otro día estaba escuchando una conferencia del Dr. Mario Alonso Puig y resoné con esto que decía de que, en estas circunstancias, uno llega a creer que así está el asunto, que sentirnos así, es parte de quienes somos, tanto a nivel físico como en nuestra esencia; una especie de “yo soy así”, y aunque tenemos el deseo de sentirnos de otra manera, parecieran presentársenos una y otra vez, situaciones o evidencias que nos muestran que no podemos, momentos difíciles en donde sentimos que no damos el ancho, en donde las cosas no salen como quisiéramos, lo cual refuerza nuestra percepción de que “así soy” y no hay manera de cambiar las cosas y más vale aceptarlo y acostumbrarnos.
Pero en verdad la cosa no es así. Tal vez existan algunas cuestiones que sí debes aceptar y no puedes cambiar... ¡qué sé yo!
Tal vez haya condiciones de vida que me tocó vivir tanto a nivel social, familiar como personal. Por ejemplo, por más que yo quisiera medir 1.70 sin tacones o tener sangre noruega, pues no hay manera... Hay condiciones físicas, familiares, ambientales que me tocaron vivir, y lo mismo te ocurre a ti, de las cuales has de aprender la lección que es imprescindible para tu evolución personal.
Mi maestro Alfonso Ruiz Soto dice que aquellas relaciones o circunstancias que nos generan más puntos de fricción son, precisamente, las que nos hacen crecer y transformarnos, si sabemos aprovechar esas lecciones.
Hay cosas que tienes que asumir. Pero hay cosas que no tienes por qué tolerar o aguantar, que puedes cuestionar y no permitirte acostumbrarte a ellas.
Tal vez haya asuntos que, a fuerza de costumbre, te parezca que son parte de ti pues se manifiestan en diversas áreas de tu vida de manera repetitiva, pero que acaso esa repetición sea precisamente un llamado a ver ese patrón como una puerta de entrada para llegar a tu Ser más pleno que busca expresarse.
Y no es fácil que te des cuenta y que hagas un alto, porque hay que tropezar, hay que darse algunos golpes para ver que la cuestión podría ir por otro lugar, para ver que hay un mundo maravilloso y posibilidades fabulosas que te puedes estar perdiendo por encasillarte en una definición de “así soy yo y no hay nada que hacer... y menos a estas alturas de la vida”.
Cuando lo empiezas a entender se abre un mundo maravilloso que te comienza a dar probaditas de lo que sí puedes ser y hacer. Cuando empiezas a asumir tu responsabilidad y a dejar de culpar a otros o a la vida de tu infortunio, cuando ya no te justificas frente a ti o a los demás, entonces empiezas a salir del rebaño y, aunque sea a través de pequeños momentos de lucidez, empiezas a caer en la cuenta de que las cosas pueden ser diferentes.
Y ese empezar a darte cuenta muchas veces comienza cuando un día por la mañana en lugar de sentirte como un perdedor te sientes en mejor forma, te sientes con mucha inspiración para emprender tus tareas, cuando tienes ganas de comerte al mundo. ¿Te ha pasado?
La próxima entrada continuaré con estas ideas. Por lo pronto fíjate... ¿cómo sueles sentirte? ¿Asumes lo que te pasa o volteas a otro lado para encontrar quién o qué tiene la culpa? Y cuando te sientes bien, ¿piensas que es algo excepcional o incluso sospechoso o presagio de infortunios? ¿O piensas que es un atisbo de cómo podrías sentirte todo el tiempo?
Y si ya estás harta de sentir que tienes que ser así para el resto de tu vida, pero no sabes cómo dar ese primer paso que será el detonante para tener una vida que te haga sentir más a gusto, más tú, entonces mira lo que te puedo ofrecer con mi Curso en línea ¡Otra Oportunidad!, sólo haz click aquí
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