Justo estamos en los tiempos de los buenos propósitos del inicio del año… ¿cuáles son los tuyos? En las últimas semanas he compartido contigo algunas cuestiones que tienen que ver con rituales de apertura a lo nuevo, te he invitado a cultivar semillas que ya plantaste en una meditación y que les irás poniendo atención puntual cada mes para verlas germinar.
El problema es que muchas veces no podemos ir más allá en nuestros propósitos porque nos sentimos estancados. ¿Sientes que tu vida no cambia, que no fluye como quisieras?
La paradoja es que la naturaleza de la vida es el cambio y pareciera que tu naturaleza es resistirte al cambio… porque el miedo entra en acción cuando crees que te vas a enfrentar a tiempos difíciles o a situaciones desconocidas. Irónicamente los momentos que ahora juzgas como difíciles o atemorizantes son los que te van a propulsar a e quien estás destinado a ser.
Resistirte al cambio no te permitirá avanzar. Fluir con el cambio, aunque en apariencia sea difícil o parezca “imposible”, es el secreto para salir de ese lugar de estancamiento que tal vez experimentas ahora.
¿Acaso no recuerdas noches de insomnio o momentos de angustia o esa terrible sensación de parálisis por el miedo a lo que pudiera suceder, a lo desconocido, a lo que no está bajo tu control? Yo recuerdo haberme sentido sobrepasada y ansiosa, como si estuviera a punto de caer por un precipicio. Pero al haberme relajado, al haber respirado lenta y profundamente, al haber incorporado a mi vida diaria la práctica de la meditación, y al haberme decidido a echarle un vistazo a mi vida, todo empezó a fluir.
Ahora puedo darme cuenta de que todo lo que estaba ocurriendo no me mató, que lo sobrepasé y que, de hecho, logré llegar al otro lado y ahora veo con gusto todo de lo que soy capaz y la forma en que esas dificultades, que en su momento fueron terribles, me ayudaron a ser quien soy hoy.
Hay quien me ha compartido que eso que tanto temía, y que de hecho ocurrió y en su momento parecía insuperable, es una de las mejores cosas que le pudo haber pasado. Por eso te invito a ver el miedo ante lo desconocido y ante el cambio, a reconocerlo, pero a no dejarte paralizar, sino a incorporarlo a tu vida, a escuchar su mensaje, a aprender y a velo como algo natural y constante y encontrarte con él a medio camino, pues es parte de lo que es vivir una vida dinámica.
No dejes de ver los talleres que ofrecemos, como una puerta de entrada a ese cambio que te llevará a un lugar de plenitud. Serás parte de tu cambio, serás parte activa de tu bienestar, e irradiarás la armonía y la serenidad que acaso ahora mismo anhelas. Haz click en la imagen.